PERCEPCIÓN E IMAGINACIÓN
Sin la contribución previa de la percepción no podrían funcionar ni la memoria ni la imaginación, que son los procesos representativos de la actividad humana, pues: ¿qué podríamos recordar o imaginar?.
Pues bien, si la percepción es la captación de los objetos presentes, la imaginación y la memoria se refieren a objetos que ya no están delante de nosotros. Ambas son actividades reproductivas, o sea, vuelven a presentarnos objetos que fueron antes percibidos directamente pero que en ese momento no lo son.
La imagen no es otra cosa que la representación del objeto. La materia común a la imaginación y a la memoria son las imágenes o representaciones, y de ahí que se les llame procesos representativos. Ambos procesos, no sólo tienen una materia común sino también unas funciones comunes que son:
La fijación de imágenes
La conservación de imágenes
La evocación o reproducción de las imágenes.
Además, la imaginación y la memoria tienen unas funciones específicas.
Las funciones específicas de la imaginación son: la asociación y la creación de imágenes. Y las funciones propias de la memoria son: el reconocimiento y la localización de las imágenes. Aunque la imaginación y la memoria son actividades representativas, difieren en que la memoria no se limita, como la imaginación, a volver a presentarnos un objeto sino que además envuelve la conciencia de que ese objeto ya ha sido percibido en el pasado.
La IMAGINACIÓN REPRODUCTORA es la facultad para FIJAR, CONSERVAR y REPRODUCIR las imágenes de los objetos. La imagen, por tanto, se basa en una percepción previa; si de alguna forma no ha habido percepción anterior de un objeto, no es posible reproducir su imagen. Los criterios que se han utilizado para diferenciar imagen y percepción son:
- La INTENSIDAD o vivacidad: la imagen es más débil, menos intensa que la percepción.
- La mayor o menor ABUNDANCIA DE DETALLES: la percepción de un objeto se presenta con un número de detalles sobre su estructura mucho mayor que el de su imagen, ofrece un aspecto desvaído, vago, frente a la precisión de la percepción.
- La CARENCIA DE INTEGRACIÓN de la imagen con el entorno real: generalmente la imagen no puede ser integrada con las percepciones de la realidad que nos rodea.
*Un ejemplo, podría ser que cuando eras pequeño en el kinder/primaria, para que le entendieras a las matemáticas, los que no podían hacer la suma de 2+2 hasta que les dijeran, si tienes 2 manzanas (y en ese momento la imagen de las manzanas vienen a la mente del niño) y te regalan otras 2 manzanas, ¿cuántas manzanas tendrás?... o sea que para haber reproducido la imagen de la manzana y hacer todo lo demás, se debe de tener una percepción de lo que és una manzana.
Ahora bien, una de las funciones específicas de la imaginación es la asociación de imágenes y es realizado por la IMAGINACIÓN REPRODUCTORA. La imaginación reproductora asocia las imágenes de acuerdo con ciertas leyes:
- LEY DE SEMEJANZA
- LEY DE CONTRASTE
- LEY DE CONTIGÜIDAD (Por ejemplo, si hacemos presente la imagen de la primera letra del abecedario, la segunda viene espontáneamente a nuestra imaginación.)
FUNCIÓN CREATIVA. En este caso, las imágenes son imágenes nuevas y originales creadas por el sujeto. Esta creación se hace utilizando imágenes que se tienen de percepciones anteriores por medio de una combinación de las mismas.
*Por ejemplo en mi caso, deseo estudiar arquitectura, y ya me he estado tratando de imaginar una serie de estructuras de edificios, casas, etc, con formas nuevas o algunas son una combinación de estructuras existentes, ya sean con algunas cosas de más o con algunas cosas de menos. Pero sin el previo conocimiento de qué son y cómo son esta clase de objetos, me resultaría difícil imaginarlas, de hecho imposible.)
Y como lo habremos notado, esta función de la imaginación creadora se ve reflejado en la producción literaria, artística y científica; y se deslinda de la memoria, pues la imaginación se ocupa precisamente de construir o inventar lo no vivido, a impulso sobre todo de los deseos (conscientes o inconscientes) y de los temores.
Gema Sofía Escartín Rocha
